«La resiliencia se entiende como la capacidad del ser humano para hacer frente a
las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado
positivamente por ellas»-
Edith Grotberg.
En épocas de crisis como la que ahora vivimos, la
resiliencia es una capacidad que puede ayudar a las personas a afrontar de
manera firme y anclada a la realidad los cambios que se avecinan.
El sentido de la vida es una vida
con sentido. La resiliencia’, nos habla de ella y ofrece una serie de pautas
para desarrollarla en plena crisis sanitaria por el coronavirus.
Cómo vivir los nuevos tiempos con Resiliencia
Cuando nos
encontramos ante una situación crítica como la que estamos viviendo, el primer mecanismo
que se activa en nosotros es el afrontamiento, es decir, la capacidad que
tenemos para asumir en el momento una situación que puede ser
destructiva.
Si bien el
afrontamiento nos prepara para recibir el impacto inicial, la resiliencia nos equipa
para sobreponernos al evento crítico y transforma la situación en una fortaleza
para el futuro. Por tanto, ser resilientes nos va a ayudar a evitar
determinados problemas psicológicos y que pueden derivar de una situación
adversa. De este modo, la resiliencia requiere un esfuerzo cognitivo y una
actitud determinada.
Aunque es cierto que unas personas son más resilientes
que otras, la resiliencia no es algo que unos tengan y otros no. Así que vamos
a dar unas pautas que nos van a ayudar a mantener nuestro estado de
resiliencia:
Pautas para mantener un estado resiliente frente a
la situación actual
Existe un vínculo
entre la resiliencia y saber vivir el momento presente con la creatividad, con
la inteligencia emocional y con la felicidad, por tanto, si potenciamos todas
estas habilidades estaremos entrenándonos en resiliencia.
1. Permítete tener emociones intensas sin temerlas
ni huir de ellas
Para ello es
importante aprender a reconocer las emociones y no huir de los problemas, sino
afrontarlos y buscar soluciones, tomándote el tiempo que necesites para
descansar, siendo consciente de lo que te puedes exigir y cuándo debes
parar.
2. Soluciona los problemas y libera tu mente
Coge papel y lápiz y escribe: ‘el tema a tratar
es…’. Una vez que lo hayas definido, lleva a cabo una lluvia de ideas con
posibles soluciones: las más y las menos posibles. Tras ello, vamos a hacer una
lista con los beneficios y los inconvenientes de cada idea que hemos tenido y,
finalmente, vamos a elegir aquellas que supongan menos inconvenientes. Así,
nuestro problema ya no estará dando vueltas en nuestra cabeza porque estará
plasmado en un papel y con posibles soluciones.
3. Acepta el cambio como parte de la vida
Cuando estamos en una
situación difícil nos sentimos alejados de nuestras metas. Para volver a
acercarnos a ellas, se hace necesario aceptar las circunstancias que no se
pueden cambiar y comenzar a trabajar sobre los aspectos que sí son
modificables.
«Ser resilientes nos va a ayudar a evitar determinados problemas
psicológicos y que pueden derivar de una situación adversa»
4. Establece metas realistas
Una meta puede ser
cualquier cosa que se desea hacer o conseguir y guarda una estrecha relación
con la motivación porque de ella va a depender que alcancemos o no nuestro
propósito. Tener metas es importantísimo porque incluye la capacidad de
comprometerse. Pero posiblemente, y debido a la situación actual, todos
nosotros tengamos que replantearnos algunas de nuestras metas y adaptarlas a
este momento.
5. Piensa de manera práctica y constructiva
Son muchas las veces que
le damos vueltas a un asunto que no podemos solucionar o nos imaginamos
situaciones en las que las cosas van a ir de mal en peor. Cuando esto
ocurra, céntrate en actividades que requieran una gran atención, como jugar al
ajedrez o leer un libro de una temática de la que no tienes mucho conocimiento,
pero que te resulte interesante.
6. Mantén una actitud optimista
En realidad
la diferencia que existe entre tener una actitud optimista o pesimista es
mínima, pero significativa. El optimismo es la tendencia a esperar que el
futuro depare resultados favorables y es lo que nos ayuda a enfrentarnos a las
dificultades con ánimo, a descubrir lo positivo que tienen tanto las personas
como las circunstancias.
7. Cuida las relaciones con los demás
En los momentos
complicados las primeras personas que aparecen son nuestras amistades más
cercanas y nuestra familia. Afortunadamente, contamos con medios tecnológicos
con los que podemos mantener conversaciones mirándonos a la cara a pesar de
estar lejos, así que usemos estos medios para hablar, para jugar, para animar y
que nos animen, para compartir experiencias…
«La resiliencia parte
de un punto de vista realista, de la confianza de que el golpe recibido no nos
desestabilizará si hacemos frente a él, lo asumimos y lo utilizamos para
mejorar nuestra vida»
8. Haz deporte
Cuando hacemos
deporte estamos desarrollando una serie de valores personales y sociales que
nos convierten en personas más resilientes sin que nos demos cuenta: nos
marcamos retos, aumentamos la autodisciplina, el autoconocimiento, la
autoestima…
9. Nutre tu autoestima
La autoestima depende
de en qué medida nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros y en
qué medida nos valoramos, queremos y nos aceptamos nosotros mismos. Toma conciencia
de todo lo que has conseguido hasta el momento y de todo lo que te
queda por conseguir. Para ello, haz el ejercicio de plantearte metas,
ejercicio físico y no descuides a tus amistades (hay que buscar tiempo para
enviar un mensaje de vez en cuando a las personas con las que menos hablas, por
ejemplo).
10. Aprende a crecer con los problemas
No podemos evitar
encontrarnos con problemas o situaciones de crisis, al menos no siempre podemos
hacerlo. Por tanto, debemos tomar estas situaciones como retos que se nos
presentan en la vida y que nos empujan a sacar lo mejor de nosotros mismos: a
ser más fuertes, a pensar y a actuar en consecuencia. Utiliza cada experiencia
que vivas para crecer como persona.
Finalmente quiero
decirte que no te preocupes, solo se cae quien está de pie. Porque los que
nunca se han caído, es porque probablemente se han arrastrado toda su vida.
CARLOS ANT. ALMONTE CRUZ, M.A.
Psicólogo, Especialista en Educación para la
Diversidad.
DALE AL SIGUIENTE LINK.
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